La pinsa italiana, que no la pizza, es una delicia sin igual de la cocina tradicional italiana. Un plato típico atractivo por su aroma sabor y original amasado, además de los beneficios nutricionales que posee para el organismo. Quédate y te lo contamos todo enseguida, este artículo no tiene desperdicio alguno.

Cómo surge la pinsa, sus orígenes

Tenemos que remontarnos a la antigua Roma y ahí va un dato curioso, surgió a raíz de que en los mercados, los cereales y las harinas crudas no podían venderse por lo que éstos ingredientes se convirtieron en la base de la alimentación de los campesinos que elaboraban con ellos, una masa crujiente y ligera parecida a la tradicional focaccia.

¿Qué anecdótico, verdad? y si ya nos paramos a pensar en el origen final del nombramiento que se le ha dado, vemos que tiene mucho sentido valorando la forma en la que se amasa esta pinsa romana y es que tiene su origen en el término italiano “pinsere” que viene a significar aplastar y estirar creando surcos durante el proceso.

Cómo evoluciona en el tiempo la pinsa romana

No fue hasta el año 2000 en Roma, cuando surgen las primeras pinserie gracias al reconocido pizzero romano Corrado Di Marco, el cual recuperó esos orígenes tal vez algo olvidados, de la tradicional pinsa, haciendo una receta con una sabrosa mezcla de harinas con el fin de actualizarla e incorporarla a los sabores más contemporáneos, surgiendo finalmente la pinsa romana tal y como la adoramos a día de hoy.

Diferencias entre la pinsa y la pizza

Para empezar, a simple vista podemos apreciar una gran diferencia con la tradicional pizza napolitana y ésta radica en que la pinsa tiene una forma rectangular.

Más allá de las diferencias con respecto a la forma, también hemos de decir que la pinsa lleva un doble hornedo que le confiere ese crujido característico, además de su hidratación, siendo de hasta un 80%. También encontramos la diferencia entre masas y es que la pinsa lleva una mezcla de harina de trigo, arroz y soja realmente exquisita, elevando hasta los más exigentes paladares, un sabor y texturas inigualables.

En cambio, la pizza tradicional napolitana suele hacerse con un único tipo de harina, la blanca de trigo blando. Una diferencia que le confieren a ambos platos tradicionales diferentes consistencias, aromas y sabores.

Y ahora que conoces el origen de la pinsa y sus diferencias con respecto a la reconocidísima pizza, ¿te animas a probarla y a hacer match?