La gastronomía italiana es sin duda, una de las más conocidas en el mundo occidental pero… ¿A que no sabías que hay diferencias entre el norte y el sur de Italia? Quédate y te desvelaremos los orígenes de una gastronomía tradicional y realmente diversa.

Orígenes de la cocina italiana

Estamos en España y muchos de nosotros, seguro, que incluimos en nuestra dieta habitual platos típicos italianos tales como son la pizza, los macarrones, los sabrosos ravioli, exquisitas ensaladas al pesto… Intentamos incluir en casa el sabor de todas esas comidas italianas, síntoma de la gran extensión que ocupa el arraigo de esta gran cocina, ya internacional y que tiene sus orígenes en las cocinas de la antigua Grecia, la antigua Roma y la cocina árabe. El dominio de los romanos por gran parte del continente europeo y de África, así como el establecimiento de otros pueblos, aún hoy formando parte de Italia, conformaron una gastronomía llena de costumbres que se sustentan sólidamente en una mezcla cultural de diferentes pueblos y períodos históricos.

Según el historiador y periodista John Dickie, en la publicación a principios de 2015 de su ensayo “¡Delizia!: La historia épica de la comida italiana” nos viene a explicar que “La cocina italianaes una cocina urbana que nace en las hermosas ciudades de Italia, en los centros de civilización donde confluyen dinero, talento, ingredientes y poder: desde los bulliciosos mercados medievales de Milán hasta los salones renacentistas de Ferrara, de los puestos callejeros napolitanos del siglo XIX, a las ruidosas trattorias de la Roma de posguerra”. Y por supuesto, antes de este nacimiento, habría necesitado de las culturas ya mencionadas anteriormente con cierta influencia también asiática. Y por último, a raíz de la llegada de los españoles a América en 1442, se empezaron a introducir ingredientes básicos en la cocina italiana, el tomate, maíz, patata y pimientos.

¿Interesante, verdad? Fueron todas estas influencias y mezclas las que hicieron posible una gastronomía rerbosante de sabor y una sencillez que atrapa y eleva hasta la cumbre más alta de éxtasis al paladar más exquisito donde la tradición, gran calidad y diversidad dependen únicamente de las diferentes regiones del país.

La cocina italiana de norte a sur

Para poder explicar estas diferencias entre regiones, debemos recordar la caída de la Roma Imperial, que provocó una división territorial con un consecuente aislamiento, un hecho importante en el tema que estamos tratando, ya que, fue a causa de esta disgregación territorial, que se desarrollasen de manera natural tradiciones propias, la variedad de costumbres entre zonas del norte, el centro y el sur y las islas más importantes de Italia.

En el norte de Italia, encontramos una cocina basada en pasta cocida, sopas y carnes hervidas en vino o mantequilla, el uso de la trufa blanca, el vinagre de Módena, quesos como el parmesano y conocidas salsas tipo bolognesa y pesto. También los sabrosos carpaccio de carne o pescado, el risotto y una gran variedad de arroces.

En el centro de Italia, se basan en una cocina donde los embutidos, el aceite y una gran variedad de carnes dan lugar a platos tradicionales como la bistecca alla florentina, un corte de solomillo de ternera o buey hecho a la parrilla y con pastas elaboradas desde los típicos pici de la Toscana a los spaguhetti alla chitarra de los Abruzos.

Continuando hasta la zona sur de Italia, vemos una especial oda a la sencillez hasta llegar a la famosa Pizza. Es en esta zona del país donde volvemos a encontrar ingredientes tradicionales como el tomate, la mozzarella, albahaca, aceitunas, pimentón picante y una gran variedad de verduras, pastas, quesos, pescados, mariscos… dando lugar a una gastronomía tradicional y la que, además, es la más conocida fuera del país por el resto de occidente.

Por último, debemos hacer una especial mención a las Islas de Sicilia y Cerdeña, ambas con una gastronomía también diferente entre sí. En Sicilia, la cocina se centra en la elaboración de pasta y platos con pescado. Por su parte, Cerdeña, obtiene características dadas por su pasado influyente de la antigua Corona de Aragón y en especial Cataluña. Cabe destacar,  el guiso de habas similar a la fabada catalana, el astice alla catalana, un bogavante también a la catalana, con tomate, apio y cebolla servido con salsa, o el pocessu, carne de cerlo lechal asado con espetos y aromatizados, se trata de un parto típio pastoril.